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- H-C-0051Número propio
- Base de datosCorrespondencia Hübner y otros
- Unidad documental: Correspondencia HübnerCarta y dibujo
- Número de catálogo (B-Bash)
- Signatura del archivo
- ArchivoStaatsbibliothek
- AutorAureliano Fernández-Guerra y Orbe
- TítuloMadrid, 22 de octubre de 1873
- Fechas22/10/1873
- DescriptoresEpigrafía; Arqueología; Arquitectura
- Personas mencionadas (Informantes)Emil Hübner; Alejandro Kleefeld; Francisco Coello de Portugal y Quesada; Eduardo Saavedra y Moragas
- LenguaEspañol
- Transcripción
Valverde 26, 2º.
Sr. D. Emilio Hübner.
Mi siempre querido amigo:
Ya tengo en mi poder un excelente calco de la inscripción de Medinaceli, que remitiré al Sr. Kleefeld, pues le reservo sólo para V. Nadie sino V. sabe apreciar estas cosas, ocupados los españoles en devorarnos los unos a los otros, con aplauso y deleite de propios y extraños.
Con qué sagacidad adivinó V. mucho del epígrafe. Dice así :
[Dibujo de CIL II, 5789]
He procurado imitar el carácter de letra cuanto lo permite mi pulso y sobre todo la mayor fidelidad en la copia.
Valerius Bedaciq(um) Candidus h(ic) s(itus) e(st) c(?)
Valeria Venniq(um) Suc(c)essa Candidi ux(or) v(iva) s(ibi) et marito
f(aciendum) c(uravit)
T(itus) Licinius Quir(ina) Titu(l)lus Cornutanulus h(ic) s(itus) e(st)
Suc(cessa) s(oro)r d(e) s(uo) f(aciendum) c(uravit).
Ya sabe V. que se descubrió el día 30 de septiembre de 1872 en una heredad contigua a la muralla romana de Medinaceli, por la parte interior del recinto. Debió ser llevada para componer el muro.
También he recibido un dibujo fotográfico del arco romano de Medinaceli. Es un monumento de suma curiosidad y que comprueba y saca verdaderas, todas las conjeturas emitidas por mí en mis artículos publicados en setiembre y octubre de 1870, sobre el arco de Bara (Ilustración Española y Americana, año XIV, 20, 21 y 22, páginas 306-308; 320; 326-327; 339-345) . Allí sospeché que el arco erigido por el cónsul Licinio Sura, fuese un portazgo en el confín de los Ilérgetes y Cossetanos en la Vía Augusta, como aquel otro del Jano Augusto unde incipiebat Baetica.
El de Medinaceli se halla aislado también, extramuros de la población, al S.E. de ella y al N.E. de Castillo, hoy cementerio, en el camino que enlazaba con la vía romana ab Emerita Caesaraugustam, entre las mansiones de Segontia y Arcobriga, partiendo en busca de Numantia (véase el plano de Medinaceli, mapa de la provincia de Soria, en el Atlas de España por D. Francisco Coello) , y en el mismo límite de los Arévacos y Celtíberos, que en mi Mapa itinerario regional ilustrativo de nuestros Discursos en la recepción de Saavedra, adelanté yo, equivocadamente, dos leguas hacia el Oriente, o sean, doce kilómetros. Vea V. en líneas el hasta ahora de los pinceles olvidado Arco regional de Medinaceli, tan famoso en nuestros escritores de los siglos XVI y XVII:
Ancho, o sea la frente del Monumento: 13,10 m. Alto 9 m.
[Dibujo del Arco romano de Medinaceli] Altura del arco central, o sea su luz: 6,50 m. Ancho 4,95 m.
Arcos de los lados: luz o altura 2,70 m. Ancho: 1,27 m.
Grueso de la fábrica: 2,05 m.
Sobre el arco grande, por uno y otro lado hubo inscripción, cuyas letras eran de bronce y esisten los agujeros y aún los pernos de ellas. Ocupaba sólo dos renglones. Un frente era de los Arévacos, el otro de los Celtíberos. ¿A eso aludiría el epígrafe?
Medinaceli no fue conquista de los moros hasta el siglo XI la primera vez. Siempre los españoles la llamaron por su antiguo nombre ibérico buscándole alguna semejanza latina: de Oceli hicieron, por metátesis Coeli. Medina Salem fantasearon los árabes también buscando en su lengua alguna voz parecida.
Appiano Alejandrino en sus Ibéricas (47 y 48), la nombra Oʼʹκιλις contando su paso a los celtíberos y luego su conquista por Marcelo (601 V.C.) Rud-el-Kartás, en su historia de los príncipes de Occidente, cuenta en la égira 392 (1001, 1002 p. Ch. n.) la muerte del famoso Almanzor y su entierro en Medina-Salem.
Los monumentos eclesiásticos y los historiadores cristianos escriben Medina Coeli y Medina Celi, aceptando el nombre genérico Medina, ciudad, y restituyendo el propio ibérico en lo que permite nuestra lengua: Celi Oceli ú Ocilis.
Ptolemeo atribuye a los Callaico Lucenses una ciudad de Ocelum y otra de Ocellum a los Vettones.
Zamora tuvo también ese nombre: Ocelo Duri, como parece del Itinerario de Antonino, en el camino de Mérida a Zaragoza. Era Vaccea.
Había pues, otra en los atrévacos (sic).
Póngame V. dos líneas diciéndome si recibe mis cartas, pues en todas le envío algo que entretenga su curiosidad y amor a nuestras cosas. El estado de nuestros correos y de todo, me aburre.
Su más cordial amigo y s. s.
Aureliano Fz-Guerra.
- Descripsitno
- Localización del hallazgoMedinaceli (Soria)
- Topografía antiguaHispania Citerior- Conventus Caesaraugustanus- Occilis
- Otros objetosArco romano de Medinaceli; Arco de Bara
- InscripcionesCIL II, 5789
- BibliografíaMiranda Valdés, J., Gimeno Pascual, H. y Sánchez Medina, E. (2011). Emil Hübner, Aureliano Fernández-Guerra y la epigrafía de Hispania. Correspondencia 1860-1894. Madrid: Real Academia de la Historia
- Información adicional en formato PDFAutoría de este registroI.G.B.ImprimirPROGRAMA LOGOS DE AYUDAS A LA INVESTIGACIÓN EN ESTUDIOS CLÁSICOS 2019