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- H-C-0009Número propio
- Base de datosCorrespondencia Hübner y otros
- Unidad documental: Correspondencia HübnerCarta
- Número de catálogo (B-Bash)
- Signatura del archivo
- ArchivoStaatsbibliothek
- AutorAureliano Fernández-Guerra y Orbe
- TítuloMadrid, 28 de octubre de 1862
- Fechas28/10/1862
- DescriptoresEpigrafía; CIL; Arqueología
- Personas mencionadas (Informantes)Emil Hübner; Jacobo Zobel Zangróniz; Gregorio Cruzada Villamil; Alejandro Millán; José Ceriola; Josefa María Marín y San Martín (Condesa de Velle); Juan de Dios de la Rada; Manuel de Colmeiro de Penido; Manuel de Góngora y Martínez; Manuel Rodríguez de Berlanga; Doctor Malagueño; Teresa Rizzo; Petra Pla; José Llop
- LenguaEspañol
- Transcripción
Sr. D. Emilio Hübner.
Muy Sr. Mío y amigo queridísimo:
Me valgo de letra para V. muy conocida y grata, por la gran dificultad que hallo en escribir yo, debilitada mi mano derecha por la fractura. No sé ponderar a V. la alegría que me causó su carta última, bien que todas las suyas son dulce alimento de mi espíritu. Por nuestro Zóbel sé continuamente de V, y puede decirse que vivo con V.
Su interpretación de V. a las dedicatorias al Marte Magno, halladas en Collado Villalba, son como no podrían menos las de un maestro. Quiera Dios que en el CIL no nos escaseen Vs. la solución a todo punto dudoso, pues fuera de que esto complace siempre a los sabios, es interés altísimo y necesario para los que sabemos poco, por el estado de abandono en que hasta ahora han estado entre nosotros los estudios epigráficos. Yo me pongo a temblar cuando hablo con V. sobre la interpretación de alguna piedra, aun cuando sea V. siempre tan indulgente con mis delirios, inexperiencias, y arrojos. Vea V. por qué me aterra la idea de publicar la cosa más pequeña.
Cediendo a las instancias de mis amigos, he comenzado una serie de artículos sobre antigüedades cristianas. Como Cruzada envía a V. el número del Arte, he dejado de de hacerlo yo, hasta tanto que de todos los Artículos forme una colección y se la remita a (sic) directamente.
En la estafeta del 25 ha salido con sobre a la Academia Real de Berlín, una remesa de libros, calcos y dibujos que realmente son para V. Importa pues que V. se presente a recogerlos. Va el álbum de las vistas fotográficas del Puente de Alcántara, último ejemplar que ya queda a la familia del ingeniero Millán hasta la cuarta generación. Su padre se desprendió del suyo, nada menos que para el Emperador de los franceses. Su primo, Don José Ceriola, que es el yerno de la Condesa de Velle, a quien V. conoció en Madrid, se desprende ahora del suyo, con mucho gusto, para que V. lo disfrute y juntamente con ese Instituto de Berlín. Ceriola se lo envía a V. para que haga V. de él el uso que le parezca, bien conservándolo entre sus libros, bien cediéndolo a la Academia o al Instituto.
Van dos ejemplares del Viaje de la Reyna historiado por Rada, uno para V. y otro para la Academia, como verá por las dedicatorias. Van también todos los discursos de la Academia Española para que V. los destine al establecimiento que crea mejor. Zóbel ha entregado así los calcos que me dio Colmeiro y que V. deseaba. Por desgracia torpemente sacados, por más que yo mismo estuve ensayando a Colmeiro en la Biblioteca Nacional con las piedras de Collado Villalba, con el papel más malo imaginable, como V. vio por el calco que le remití que fue hecho a presencia de Colmeiro. En cambio verá V. uno hecho en toda regla por Góngora de una piedra interesantísima perdida desde el siglo XVI, aunque para V. muy familiar.
Estoy metiendo mucha prisa a Góngora para que me remita en calcos de papel y de yeso todo el fruto de su expedición en esta primavera última. Males en su numerosa familia y un padecimiento al corazón le tienen harto desanimado y con ello se me excusa para no poner toda la diligencia que yo deseo y le encargo, en remitirme el catálogo de sus nuevos descubrimientos. Yo he llegado a sospechar también (y esto es únicamente para nosotros) que a Góngora ofendió mucho la conducta desleal e innoble de Berlanga, quien hizo suyo todo lo bueno del trabajo que dio Góngora en las inscripciones descubiertas por él, citándolo únicamente en los errores y descuidos, pronta la pluma para la amarga censura siempre, y renuente para confesar lo mucho que tomaba y aprovechaba de este soldado humilde, activo, y valiente de la Arqueología española.
Góngora ha visto con pena que Berlanga mató su libro, sólo por habérselo confiado con ánimo generoso y bien nacido, y que por ello la Academia ha aplazado para las Kalendas Griegas la impresión del Viaje literario por las provincias de Granada y de Jaén hecho en 1859.
Conozco bien el corazón humano, conozco la tierra que piso, y así traduzco la inercia de Góngora como resultado natural de una ilusión muerta cuando la creía más viva. Yo le he escrito hace quince días una larguísima carta muy de amigo, indicándole la conducta que debe seguir respecto de sus nuevos trabajos. Le pondero la honrada veracidad de V. y puede decirse que de la Nación alemana. Le he recordado el afecto con que V. ha hablado de todos nosotros en su Viaje epigráfico por España. Cómo se ha complacido V. en dar a cada uno lo que es suyo, en hacer conocido por Europa y por todo el mundo, nuestro oscuro nombre. Le he dicho que Vs., siguen el discreto sistema de expresar quién ha hecho cada uno de los descubrimientos y quién ha dado, éste o el otro paso en la interpretación de los monumentos, dispuestos siempre a seguir el ejemplo de una vela encendida que puede encender más de ciento, sin perder un átomo de su propia luz. Le he dicho que más honroso le ha de ser verse citado cincuenta veces en el CIL que otras tantas en una apasionada y no imparcial censura del Doctor Malagueño o en cuatro gacetillas de estos periódicos cuando la Academia publique su nuevo viaje. En fin, le excito a refundir todos sus trabajos en uno de manera que sea simultánea su publicación en España con la del CIL.
Espero pues, amigo Hübner, que Góngora me remita para V. todos los calcos de inscripciones inéditas. Uno precioso he recibido ya de fines de siglo VIII en que se habla de la Gens sarracenorum y de un Turesindus D.N.R. que hizo una “cribta” (sic) en las cumbres de Sierra Nevada. Espero un segundo calco por rastrear algo del primer renglón de los que existen, pues la piedra está quebrada por la parte superior.
Se ha leído en la Academia el discurso trienal que se imprimirá muy pronto y donde se le da a V. lo que es suyo en la piedra de Postumia Aciliana.
Nada he podido todavía conseguir de Lugo.
Respecto de mi Hitación, espero de un momento a otro los códices más antiguos que existen en Toledo y en el Escorial que la Academia ha pedido a instancia mía. Necesito un texto autorizado para notar en él todas las variantes que dan las diversas copias hechas desde el siglo XVI. Debo publicar un estudio preliminar al frente de la Hitación metodizando cuántas observaciones y datos tengo reunidos. Nuestros discursos acerca de los itinerarios romanos (se pronunciarán dentro de un mes) serán una sólida base para el estudio de los límites enlazado con la Hitación.
Teresa que está buenísima ya, Petra que conserva a V. gratísima memoria, Llop y los amigos todos le saludan cariñosamente. Le envía un abrazo su apasionado amigo
y s. s. q. s. m. b.
Aureliano Frnz- Guerra.
- Descripsitno
- Localización del hallazgoLoja (Granada)
- Topografía antiguaBaetica- Conventus Astigitanus- Illiberris
- InstitucionesAcademia Real de Berlín; Instituto de Berlín; Academia Española; Biblioteca Nacional
- Inscripciones1º: IHC 292= IHC 454; 2º: CIL II2/5, 713 = CIL II, 2060 (p. 705)
- ObservacionesLa presente carta hace referencia al Epitafio de Floresindus
- BibliografíaMiranda Valdés, J., Gimeno Pascual, H. y Sánchez Medina, E. (2011). Emil Hübner, Aureliano Fernández-Guerra y la epigrafía de Hispania. Correspondencia 1860-1894. Madrid: Real Academia de la Historia
- Información adicional en formato PDFAutoría de este registroI.G.B.Imprimir